Patrimonio histórico de Sabayés

Lugares de interés histórico:

  • Iglesia Parroquial

El templo parroquial que está dedicado a San Andrés, es obra románica reformada en los siglos XVI – XVII, conservando de este templo primitivo la parte de los muros de la nave central que están rematados por modillones, y las capillas laterales debieron de construirse a mitad del siglo XVI junto con el segundo cuerpo de la nave central, quedando un edificio de sillería que consta de una sola nave con capillas dispuestas a manera de crucero y altares empotrados en el muro bajo arcos.?Tiene la nave cinco tramos, que se cubren con lunetos donde existen vanos adintelados. Las capillas con bóveda vaída y la sacristía con vaída rectangular. En su interior, el retablo mayor modelado en yeso, quedan de él dos calles laterales y el ático con tres imágenes de tipología popular. El cuerpo central que fuera añadido posteriormente, está formado por cuatro columnas salomónicas que sostienen dos arquitrabes unidos en el centro mediante un arco. Bajo el altar, una urna vacía.

  • Torre

El elemento mas interesante de la iglesia parroquial de Sabayés es su robusta torre que se levanta a los pies del templo y la cual se puede visitar si nos permiten el acceso a ella. Al exterior se divide en cinco cuerpos divididos por líneas de imposta que marcan las diferentes alturas. En planta baja se dispondrían las bodegas donde se almacenaba el grano y aceite proveniente del pago de diezmos de las tierras de cultivo que dependían de esta parroquia y en su interior se puede ir ascendiendo gracias a una soberbia escalera de caracol de piedra, que nos permite llegar hasta el piso de campanas.
Su enclave estratégico, sus potentes muros y la existencia de ventanas en derrame propias de los puestos defensivos, nos revelan que la torre de la iglesia de Sabayés es una torre campanario defensiva que sigue los ejemplos de las torres que protegían las montañas pirenaicas.

Monumentos de Sabayés

  • Ermita de Nuestra Señora del Patrocinio

Edificio construido de sillería con una sola nave, con altares laterales insertos en los muros bajo arco de medio punto. Entre la nave y la capilla mayor, un arco triunfal de medio punto. Coro a los pies en alto sobre bóveda deprimida. Bajo éste, la entrada de arco de medio punto conformado por dovelas con bandas, enmarcadas por nacela apoyada en las impostas. En la fachada, lado de la epístola, la espadaña. En su exterior, abadía o casa del santero construida en 1760. Esta ermita es conocida como del "Gallinano", pues según cuenta la tradición oral, al tratar de robar la sagrada imagen de Ntra Sra, avisaron de los hechos, cantando las gallinas de todo el lugar imitando al gallo. 

 
En las proximidades de la ermita de Ntra Sra del Patrocinio, existe una fuente de piedra que responde a la tipología de los siglos XVII y XVIII: construida en sillares y con arco de medio punto abierto en el muro, bajo éste, se cobija la pila con dos caños, situándose en los laterales el abrevadero y el lavadero.

  • Castillo

En un extremo del casco urbano, a poniente, existen los restos de lo que fuera una fortificación que se correspondería con el castillo que se documenta con profusión en varios cartularios. Estuvo poblado en época iberorromana antes de que se explanara en el siglo XI, en época de Pedro I (1094-1104) para construir el castillo. Pocos son los restos materiales que nos permiten conocer como fue esta fortaleza. A comienzos de la calle Mayor, rodeando a la bodega de casa Escartín se conserva un potente muro de grandes sillares de piedra que podría ser la base de uno de los torreones. Lo que tenemos ante nosotros son los otros restos conservados. Este hueco rectangular excavado en la tierra y construido con piedras unidas con argamasa de tono rojizo sería el aljibe. Similares construcciones para almacenar agua podemos ver en el castillo de Loarre, Novales o en el salto de Roldán.

  • Bodegas

El cerro sobre el que se levanta el castillo, además de otros sobre los que se apoya el caserío de Sabayés, están perforados por bodegas excavadas en la roca. Lo único que nos revela su presencia son los pequeños accesos de piedra y ladrillo empotrados en la tierra y los fumeros o chimeneas de ventilación que sobresalen por la parte de arriba, uno de los cuales podremos ver en la zona del castillo. El cobijo que da la ladera hace que la humedad y temperatura en su interior sea poco variable. Es un espacio fresco en verano y templado en invierno que favorece la fermentación y conservación del vino que se producía en Sabayés.