Patrimonio histórico de Arascués
  • Iglesia parroquial

Edificación moderna, construida después de la guerra civil y levantada junto a los restos de la anterior parroquial románica, que se situaba en el lado del evangelio de la actual. Es de una nave de presbiterio poligonal de tres paños y cubierta plana sobre jácenas de cemento y maderos, con acceso a sus pies mediante arco de medio punto. Corona su fachada una espadaña de sillería. Desde 1098, la iglesia pertenecía al Obispado de Huesca. A finales del s. XVIII era señorío secular del Conde de Robres. Entonces la población contaba con 29 vecinos. Más numeroso fue el censo a mediados del s. XIX.

  • Azud de Arascués

A la salida de la Foz, el río Isuela se represa para mover los molinos, incluso con barreras de estacas para regar pequeñas parcelas o huertos. Entre el azud del molino de Nueno y Arascués, un azud cuya estructura ya existió en el siglo XII y que se ha documentado por transformaciones en 1585, reformándose nuevamente en 1630 y 1633.

Monumentos de Arascués

  • Acueducto

Del azud anteriormente citado sale un ramal de acequia que al cruzar el barranco de "Esperrualla", cerca de la ermita de Ntra Sra del Olivar, lo hace por medio de un acueducto romano, compuesto de arco de medio punto, conocido como el puente de la acequia. Trae el agua desde el río Isuela y está construido todo el con sillares que alcanzan casi un metro de longitud en los antepechos que forman el canal.

  • Ermita de Nuestra Señora del Olivar

Junto a la calzada romana y en las proximidades de la población, su fábrica es de sillar, mampuesto y tapial. Alzada con una sola nave de cuatro tramos, el de la capilla mayor está cubierto con cañón, el siguiente con bóveda rebajada sobre pechinas, el tercero tiene lunetos, siendo el cuarto y último de cañón.
En el interior, sus muros presentan una alternancia de vanos y pilastras, alineados en distintos niveles y salientes que proporcionan los muros, un suave juego de huecos y volúmenes. Tiene el coro a los pies, en alto, sobre maderos y frente adintelado.
El acceso al templo se efectúa por arco de medio punto con dovelas enmarcadas en una moldura. Sobre ella existe una hornacina vacía y encima un óculo. Un edificio con la última remodelación del siglo XVIII y que en el muro sur tiene adosada la casa del ermitaño.

  • San Julián de Andría

Más conocido este eremitorio por ermita de San Julián, está situado en un enclave denominado "Las Gorgas", que en lo más profundo reciben las talladas escorrentías de los manantiales que se despeñan desde lo alto, entre imponentes paredones de conglomerado natural a base de cantos rodados. Su acceso se realiza siguiendo el camino que parte del acceso a la población de Arascués desde la N-330, rodeando las instalaciones del Club de Golf, se sigue hasta encontrar un indicativo que señala "Al Belén", por ser en este mismo lugar donde está instalado el Belén montañero de Peña Guara. Este eremitorio se documenta en el siglo XI y se compone de una hilada de mampuestos por hilada que cierra el covacho natural. Unas incesantes lágrimas de agua se recogen en cilíndricas cisternas de piedra, y está todo presidido por la figura de San Julián en tosco altar, a cuyos lados se sitúan las imágenes de la Virgen del Pilar y de San Lorenzo. 

  • Antigua Fuente y Lavadero 

Nos encontramos ante una construcción que si bien hoy ha perdido su utilidad, en conjunto es de excepcional significación, como construcción aislada, como parte de la historia local, y por el lugar en el que se sitúa, punto geográfico desde el que se domina toda la planicie del valle del Isuela.

  • Iglesia de San Pedro de Septimo

En las proximidades del río Isuela, se encuentra esta pequeña iglesia de planta rectangular, construida con sillares y tapial. Posee su planta tres tramos separados por dos arcos de sillares, de medio punto, que sostuvieron la cubierta totalmente hundida en la actualidad. Entrada a los pies con acceso bajo arco de medio punto de ladrillo, sobre la que se sabe existió un emblema.

  • Molino de Séptimo

Dentro de lo que se conoce como la Almunia de Septimo, se encuentra este molino harinero que funcionó hasta bien entrado el siglo XX. Se emplaza junto al cruce de las vías de acceso a Nueno y Sabayés-Apiés.
Siendo una edificación que mantiene muraciones de la planta y su fachada de piedra sillar en la que permanece balcón y hornacina con imagen de San Martín, además de paredones y restos de edificaciones añadidas.