Arascués

Está situado en una ladera entre los ríos Venía al oeste y el Isuela al este, con el pico de Gratal a sus espaldas y abierta su población a la inmensa llanura de La Hoya de Huesca. Pertenece administrativamente a Nueno y su conjunto urbano se presenta a las orillas del camino de acceso a una gran plaza. Su historia comienza a documentarse a partir del año 1097, por una donación de Pedro I, pero será en la época romana cuando se ponen en explotación estas tierras de su término. El nombre de la población se remonta a época prerromana (Arscos). La localidad, que era villa, perteneció al monasterio de Leyre.

Calles de Arascués

Posee una arquitectura doméstica de pequeña volumetría, con tipología constructiva muy similar a la del Somontano, alzándose a ambos lados del camino de acceso que se convierte en calle para desembocar en plaza de grandes proporciones. En ella se asientan varias casas solariegas, unas edificaciones de proporciones y volúmenes alargados, con entradas de arco de medio punto y algunos alféizares de piedra en sus fachadas. Existen por otra parte, edificaciones domésticas más sencillas en estructura y dimensiones.